Un recurso de superación a los problemas que se han vuelto casi imposibles de resolver por cada uno de los miembros de la pareja, es acceder a espacios psicológicos para encontrar las mejores estrategias a fin de cambiar de manera positiva las formas de relacionarse y comunicarse, ya que un número considerable ven el proceso psicológico como la última esperanza puesto que habrían sorteado la idea de la separación por múltiples ocasiones.

Una altenativa muy efectiva puede ser la visita al psicólogo/a y mantener una terapia de pareja.

• Mantener una misma postura o punto de vista como única forma para resolver los problemas, sosteniendo que la mía es la mejor opción entre ambos.
• No dirigir un espacio y tiempo para el diálogo y para el acercamiento físico en la pareja.
• Comunicación directiva, absolutista, que pueda considerarse como una obligación la cual genera malestar en la persona que percibe las consignas, se podría también identificar y asumir como inequitativa.
• Creer que sabemos lo que la otra persona está pensando, asumir ideas o pensamientos que adjudicamos a nuestra pareja sin que hayan sido expresadas.
• Mantener una constante lucha de poder con la pareja, comunicación competitiva y absolutista.
• Que los conflictos o discusiones sean expresados frente a otras personas, ajenas a la relación.
• No asumir la responsabilidad de lo que se dijo o no se dijo y que habría afectado a la pareja.
• Mencionar frecuentemente adjetivos calificativos que reprochen a la pareja, en lugar de fomentar el diálogo saludable y asertivo.

En la medida de lo posible, es enriquecedor establecer nuevas formas de relacionarnos y comunicarnos, siempre que los conflictos no hayan deteriorado significativamente la relación y no sea imperativo el inicio de un proceso terapéutico.

• Mantener siempre el respeto, para hablar, referirse a la otra persona y actuar de manera considerada y cortés.
• Escuchar a la pareja, poder identificarse con sus expectativas, emociones, sentimientos, tomar en consideración que escuchar no es igual que oír; en el momento que le atendimos, comprendemos y acompañamos generamos empatía con la persona amada lo que logra fortalecer los vínculos.
• Con frecuencia resalta las cualidades de tu pareja, visibilizarás como se consolidan como pareja, en lugar de expresar las debilidades o críticas.
• La comunicación asertiva (expresión de nuestros sentimientos y pensamientos demostrando a la otra persona lo que queremos o sentimos de una forma clara y apropiada, sin afectar a la otra persona), nutrirá a la relación y permitirá relacionarse de manera sana.
• Establecer espacios de ocio para ambos miembros de la familia, los cambios, las novedades, los planes, fortalecerán la relación y evitarán la rutina.
• Expresar los sentimientos y pensamientos sobre situaciones que atañen a ambos o preocupaciones de índole personal, permitirá incluir a la persona con la que se comparte sentimientos a una dinámica saludable, fluyendo la comunicación y uniendo fuerzas.
• Plantearse un proyecto de vida como pareja, un norte nos permite saber hacia y dónde queremos llegar, planteándonos estrategias saludables y disfrutando la compañía.

Una relación de pareja es una construcción diaria, su funcionalidad y éxito radicará en las estrategias y formas de relacionarse de manera saludable, la comunicación asertiva es un pilar fundamental en la búsqueda de superación las relaciones.